Todos los países tienen su riqueza gastronómica incluso en verano. Los platos refrescantes y ligeros son los reyes de estos meses de calor.
En el continente Asiático, los fideos contundentes y con altas cantidades de grasa que conservan el calor pasan a ser recetas frías con hortalizas de temporada.
Uno de los platos más populares es el somen, fideos de harina de trigo que en verano en vez de calientes, se enfrían y se mezclan con jengibre o wasabi y una salsa.
En Europa, se preparan cremas y sopas hechas con verduras, llenas de sabor. Y los platos típicos calientes como la Moussaka Griega, se presentan en su versión fría.
En todo el mundo las ensaladas de vegetales incorporando arroz o fideos nunca pasan de moda y en todas las cocinas en verano tampoco faltan los pescados y mariscos en todas sus presentaciones.
También los sándwiches o bagels son una alternativa para los días de calor, que se pueden preparar con diferentes clases de panes, integral, con salvado, semillas de chía o saborizados con verduras.
En nuestro país, no puede faltar la típica ensalada de frutas a la que se le coloca unas gotas de jugo de limón para evitar que los trozos cortados se oxiden.
Y el tereré, un acompañamiento para las mañanas o tardes, de origen paraguayo es una de las infusiones de verano más elegidas por los argentinos. Consiste en sustituir el agua caliente por jugos bien fríos de distintas frutas: limón, pomelo, naranja o maracuyá (entre otros).
Sobre la base del mate y debajo de la yerba se deben colocar dos cubos de hielo que mantengan el recipiente bien frío.
¿Cuál es tu comida favorita de verano?